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29 de noviembre de 2021

La Convención de Chile entra en el cuarto mes de trabajo defendiéndose de la desinformación

Contrarrestar las fake news sobre la constituyente con titulares señala un problema que puede tener consecuencias políticas
Carol Pires e Beatriz Della Costa |
 El País

a Convención se defiende de las fake news: desmienten entrega de aguinaldo a constituyentes». «¿Los constituyentes se subieron el sueldo? No, y aquí te explicamos qué pasó». «El Observatorio Constituyente salió, nuevamente, a desmentir una fake news (…) que la Convención había negado el “derecho preferente de los padres a educar a sus hijos”. «Elisa Loncón desmiente ser ella en foto con Pinochet».

Los incontables titulares de desmentidos sobre la Convención Constitucional en Chile apuntan para un problema grave, que puede tener consecuencias políticas, pero que a la vez es muy difícil de combatir: la desinformación.

«Es evidente que hay la intensión de desprestigiar a la Convención a través de desinformación, y de mala información por otro lado», dice Patrícia Politzer, que hizo carrera como periodista, y hoy es convencional constituyente. «Ayer en todos los canales de televisión salió la notícia de que la Convención había rechazado la libertad de enseñanza. Puse que era falso en mi red social. Pero obvio la televisión tienen más influencia que mi Twitter.»

Como suele suceder, esa desinformación surgió de la distorsión de una notícia real: hasta la semana pasada, lo único que se debatió en la Convención fue su reglamento, así que se rechazó una redacción propuesta por representantes de Vamos por Chile de incluir el concepto de libertad de enseñanza y el derecho de los padres a educar a sus hijos entre los temas de la comisión de Derechos Fundamentales – lo que no significa que ese tema fue rechazado, y sí que lo será discutido dentro del concepto de derecho a la enseñanza.

«Aún no hemos discutido ningún tema de fondo sobre el contenido constitucional. Sin embargo, tenemos dentro de la convención algunos constituyentes diciendo que la Convención Constitucional rechazó el concepto de República», dice Politzer. «No conozco a nadie que quiera que seamos una monarquía, aunque me encantaría ser rey», concluye Politzer, en en tono de broma.

Por un lado, la Convención Constitucional ha enfrentado dificultades reales en los primeros meses (dedicados a armar el reglamento): hubo problemas técnicos y presupuestarios, renuncia de secretarios ejecutivos, denuncias en contra la Lista del Pueblo, y la renuncia del convencional Rojas Vade después de haber simulado sufrir de un cáncer raro. Por otra parte, la guerrilla digital que usa mentiras y desinformación confunde el debate, produce opiniones violentas y puede tener consecuencias políticas reales. Los ejemplos están en todas partes: desde la elección de Jair Bolsonaro, el 2018, en Brasil, con una campaña basada en notícias falsas, hasta el rechazo del acuerdo de paz en Colombia, el 2016, cuando viralizaron históricas mentiras como que el pacto firmado en La Habana establecía como política pública la ideología de género.

La guerrilla digital que usa mentiras y desinformación confunde el debate, produce opiniones violentas y puede tener consecuencias políticas reales

Así que varios expertos están dedicándose a estudiar la fabricación de desinformación en contra la Convención Constitucional en Chile. Un equipo de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso liderado por Pedro Santander M., ha identificado ataques explícitos en contra de la Convención, agrupados con los hashtags #ConstituyentesDesnutridos; #CircoConstituyente y #LonconPidePerdon. En un artículo para Ciper, Santander ha explicado que alrededor de ocho mil cuentas – otrora partidarios del rechazo al plebiscito que aprobó la creación de la Convención – «forman parte activa de esta tropa digital que ataca coordinadamente a la Convención y a su presidenta [Elisa Loncón]»

Otra investigación, liderada por el Director Ejecutivo de Fundación Interpreta, Tomás Lawrence, no solo ha confirmado el ataque coordinado a la Convención, sino que ha rastreado las cuentas de quienes la atacan. Entre el 1 de julio y el 8 de septiembre, encontraron un total de 373.926 menciones por parte de 50.557 autores originales. «Estas bio keywords nos hablan de un grupo de personas muy conservadoras, de derecha, que mayoritariamente votaron por el rechazo en el plebiscito de Octubre 2020, y que se definen como patriotas. Si a esto le sumamos que las personas que más los influencian – es decir, a quiénes más les dan RT y like – son José Antonio Kast, Teresa Marinovic y Sergio Melnick, podemos confirmar que se trata principalmente de cercanos al partido Republicano», dicen los autores.

La Fundación Interpreta también ha identificado 41 mil menciones sobre “Destitución de Elisa Loncón” o bien el #DestituciondeElisaLoncon. “Existe una estrategia detrás de un grupo de usuarios que lo que buscan es poder generar un copamiento dentro de la agenda, dando esta sensación de que hay muchas personas hablando sobre un determinado tema”, dijo el autor del estudio.

Elisa Loncón, académica mapuche electa presidenta de la Convención el 4 de julio, ha sido una de las más atacadas en redes sociales – por ser la cara pública de la institución, por ser mujer y por ser indígena. Para el senador Francisco Huenchumilla, los ataques serian fruto del racismo. «Éste es un país muy dividido en castas y muy racista: por eso los ataques a Elisa Loncón solo por pertenecer a un pueblo distinto», opinó el senador a la TV Senado.

Elisa Loncón, académica mapuche electa presidenta de la Convención el 4 de julio, ha sido una de las más atacadas en redes sociales

El equipo de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso también analizó el hashtag #DestitucionDeElisaLoncon, que fue trending topics en Chile el 27 de julio – lo que, para los autores, impulsó el tema «a la agenda comunicacional del país, aupada por el periodismo duopólico (La Tercera y Emol)». La opinión del profesor Pedro Santander M, que coordina el estudio, converge con la del senador Huenchumilla: «Esta es justamente una de las matrices discursivas centrales – no la única – que el ataque comunicacional a la Convención ha querido instalar: que los convencionales son un grupo de flojos. Es una matriz que en este contexto calza muy bien con otra que tiene densidad histórica en nuestro continente y, por supuesto también en Chile: la del indio flojo».

Para combatir las notícias falsas por parte de los propios convencionales, el código de Ética aprobado el 1 de octubre definió como sanción por divulgar desinformación – «la expresión, a través de cualquier medio físico o digital, de un hecho que se presenta como real, conociendo o debiendo saber que es falso». En Twitter, la convencional Marcela Cubillos Sigall calificó el reglamento de «talibán».

Patrícia Politzer cree que es papel de todos los convencionales hacer fuertes campañas en contra las fake news y a favor de la información fidedigna. «Pero efectivamente que desde ya debiéramos estar preocupados con el plebiscito de salida». Para ella, no hay grandes gestos capaces de acabar con la desinformación – la solución está en educar a los electores sobre cómo comportarse en las redes sociales, chequeando lo que reciben, e invitándolos a participar del debate constituyente. «La única manera de combatir la desinformación es con más participación popular e informando permanentemente lo que se va haciendo en la Convención. Es la mejor manera de ir legitimando el proceso».

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